jueves, 17 de octubre de 2013

La perdición


Sinopsis:
Annie Phillips está encantada de dejar atrás su pasado y empezar de cero en la isla de Belvedere en California, como niñera de la maravillosa familia Cohen. Su nueva vida la deslumbra, empieza a sentir algo por el vecino de al lado y todo es mucho mejor de lo que jamás pudo imaginar. Sin embargo, pronto aparecen grietas en el aparentemente perfecto mundo de Annie. La culpan por errores que no recuerda haber cometido. La puerta de su dormitorio no deja de inquietarla. Libby Cohen, a quien antes sentía como una hermana mayor, se ha vuelto fría e implacable. Y de repente, nota que está siendo observada. El miedo da lugar a alucinaciones terroríficas… ¿Estará volviéndose loca? ¿O habrá empezado a formar parte de algún juego siniestro?

Opinión:
La verdad, no estoy muy segura de si el libro me ha gustado o no... pienso que sí, pero a la vez no del todo. 
Para empezar, cuando compré el libro esperaba y suponía cosas diferentes. Esperaba que, según lo que cuenta el resumen, la historia acabase liándose catastróficamente, que te volviese loco de verdad, que dejases de distinguir lo ficticio de lo real. Una especie de versión juvenil escrita de películas como En la casa o La ciencia del sueño. 
Pero en el fondo suponía que no sería más que otra historia tirando a comercial, sencilla y con algún que otro golpe de surrealismo forzado. 
El resultado ha estado por encima de mis suposiciones, pero por debajo de mis esperanzas. 
Como puntos en contra, toda la historia carece de bastante sentido. Libby Cohen, la mujer para la que Annie trabaja, parece tener un carácter mezclado con el de su marido. A veces está con Annie, y otras en su contra, al igual que Walker Cohen, de modo que al final ninguno de los dos tiene una personalidad definida. 
Sin embargo, las veces en las que Libby intenta volver loca a Annie están muy logradas y no resultan forzadas, y especialmente en la mitad del libro cuando el asunto se les va de las manos pasas aunténtico miedo. 
No obstante, la locura llega solo de parte de Libby Cohen. Mientras estaba leyendo el libro me preguntaba por qué la autora se limitaría a inquietarnos por esa mitad de la vida de Annie Phillips, y por qué no había tratado de hacer que sucedieran cosas extrañas en la otra mitad, cuando Annie está con el vecino, Owen. 
Al final del libro, cuando parece que todo lo que ha pasado no tiene ninguna relación entre sí, llega Owen y en cinco páginas hace que todas las piezas encajen. Desde luego, hacerlo encajar todo en una historia tan loca tiene mucho mérito, pero no me gustó nada que se hiciera tan a prisa. Podría haber quedado mucho mejor, y sobre todo, mucho más siniestro, si Annie hubiese ido descubriendo esas verdades poco a poco y de primera mano. 
El final explica por qué Owen fue completamente normal todo el tiempo, porque la única enferma era Libby, pero lo cierto es que hubiese preferido que quedasen algunas lagunas en el sentido del argumento y que la autora se hubiese centrado más en el volver loco al lector, aunque eso supusiese que la historia quedase menos cerrada. 
Todavía en las últimas páginas guardaba la esperanza de que la historia terminase abierta, dando a entender que Owen estaba loco también, o bien que Annie había perdido por completo la cordura. Una última frase que dejase la historia a la interpretación del lector habría quedado mucho más inquietante, al menos en mi opinión. 
Me gustaría ver como queda en una película, creo que sería interesante.
En definitiva, es una novela diferente, con algunos puntos buenos, pero que podría haberse enfocado mejor, 7'5.

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